jueves, 20 de febrero de 2014

365 días, 365 causas

Dedicado a todas las amas de casa en su día, que he decidido que sea hoy. ¿Por qué no va ser hoy su día, 20 de febrero? Bueno también es el día del gato, pero claro, con 365 días, se queda corto el año para tanta efeméride. Que se lo digan a Jona, futbolista, que por querer celebrar con toda su buena intención el día del cáncer infantil (15 de febrero) ha cometido una falta grave que le cuesta 2000 euracos. La noticia, por cierto apoya al jugador pero el reglamento es lacónico y muy específico:
Artículo 91. Celebraciones.
1. El futbolista que, con ocasión de haber conseguido un gol o por alguna
otra causa derivada de las vicisitudes del juego, alce su camiseta
y exhiba cualquiera clase de publicidad, lema, leyenda, siglas,
anagramas o dibujos, sean los que fueren sus contenidos o la finalidad
de la acción, será sancionado, como autor de una falta grave,
con multa en cuantía de 2.000 a 3.000 euros y amonestación.
No queda margen a las opiniones, chico, es el reglamento

Pero volvamos a las amas de casa: -¿Qué quieres hoy para comer, cariño? -Cualquier cosita. -Ya, pero... ¿alguna preferencia? -Me gusta todo lo que tú haces. -¿Unas vainas (judías verdes) cocidas? -¿Eso? No, eso no. -Ya, ¿y? -No, lo que quieras. -Ya.

Así que begiandi (ojo grande), que es un pedazo calamar de 1.100 gramos. Lo primero es limpiarlo y quitar las tripas, coger la tinta e intentar voltearlo. Fracasar estrepitosamente después de darle una paliza y proceder a trocearlo finamente. Lo demás es conocido. Tres cebollas, medio pimiento verde, una galleta maría, chorrito de aceite, pizca de sal y una latilla de tomate triturado. Una tinta de begiandi que tenía congelada (lo hice a la plancha y ha sido el pestazo más rico del año en casa), y la tinta del nuevo. Espero que la paliza que se ha llevado el nuevo le haya dejado tan blandito como los pulpos a feira (mal llamados a la gallega ;-)).

Lo que sigue también es conocido. Se atonta la cebolla picadita con medio pimiento, el tomate, las negras tintas, la galletica y se pasa todo por el pasapuré, por un lado. Se manchan las tiras con un poco de harina y se pasan por la plancha.
Se mezcla todo y se deja al fuego suave un rato. Mejora con el reposo y los recalentones.

Luego un arroz blanco y la explicación a los niños: Cómelo, que está hecho con tomate y tinta de calamar, que después de comerlo te escribe en el estómago: "Te quiero". Lo dicho. Feliz día del gato y del ama-amo de casa



domingo, 9 de febrero de 2014

GIGANTE


Ya está disponible en Amazon el libro de Sandra Molins Barceló, la ciudad de los gigantes.

Yo ya me he encargado uno, álbum ilustrado infantil, pero con mensaje. Imprescindible.

Pastel de arroz con leche II










Final feliz



Pastel de arroz con leche

Uno de mis favoritos, hay que pasar bien el arroz por el pasapuré para que quede fino. Buen entretenimiento para este domingo. Tuve un jefe que no soporta el arroz con leche, él se lo pierde.

Ingredientes para 8 personas (ojo, que sale un señor pastel). También se puede hacer con la mitad del arroz con leche y comerse la otra mitad tal cual, pero tened en cuenta que este arroz con leche queda más bien dulce:
Carcasa: 
Harina 250 g
Mantequilla 120 g
Agua 3 cucharadas
Azúcar 50 g
Huevos 1
Pizca de sal.
Arroz con leche: 
Arroz 75 g
Leche 1 litro
Azúcar 120 g
Palito de canela atado
Cáscara de limón.
Masa: 
Arroz con leche
3 yemas de huevo
50 g de mantequilla
2 claras de huevo
Una pizca de sal.
Preparación: Carcasa: Se amasa la harina con el huevo, la mantequilla, el azúcar, el agua y la pizca de sal en una fuente honda, se deja reposar la pasta resultante unos 20 minutos y se forra el molde con ella. Arroz con leche: Mientras reposa la carcasa, en una cazuela se hierve la leche con el palito de canela atado y la cáscara de limón. Cuando rompe a hervir se echa el arroz y se cuece unos 10 minutos a fuego fuerte y 50 a fuego lento, removiendo para que no se pegue. Se añade el azúcar al final y se cuece otros 10 minutos más a fuego suave. Masa: El arroz con leche que acabamos de hacer se hace puré con el pasapuré o la batidora, se deja enfriar hasta que no queme y se le añaden la mantequilla y las 3 yemas de huevo, separadas previamente de las claras. Se montan dos de esas claras a punto de nieve con una pizca de sal y se remueve todo. Con la masa que se ha formado se rellena el molde que ya va forrado con la carcasa pasta que constituye la carcasa exterior. Se calienta el horno a 180º C y se mete el pastel a hornear hasta que se dora, unos 30 – 40 minutos. Hay que vigilar que no se queme, si se pone muy oscuro y todavía no está hecho (al pincharlo con la varilla sale toda pringosa), se puede tapar con un trozo de papel de aluminio, con cuidado de no quemarse.

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