Yo tenía una granja en Holanda

Ya en la campiña holandesa, que es como Euskadi antes de arrugarse o después de un buen lifting, nos alojamos en la granja de Janie y Simon. (Se puede ver a Janie en el tour virtual de la página http://www.overleekerhoeve.com/en/index.html). Alquilamos bicicletas, 63 euros en total dos bicicletas los seis días, con una sillita detrás para llevar al niño. Recogida y entrega en la granja, todo facilidades.

En bici a todas partes, unos 20 km cada día. El mercado del queso de Edam espectacular; en el restaurante “de koperen vis” (http://dekoperenvis.nl/), de Monnickendam rica comida y alquiler de barcos sin conductor (ni carné) (ver en la página http://www.vaarwaterland.nl/en/home.php). Aproveché la coyuntura para dar un paseíto en bote por la bahía, sin más problema que la intensa lluvia que, casualidad, caía ese rato. Aunque yo era patrón de yate, qué susto se llevó la dueña cuando desde el muelle vió que casi le embisto al barco de delante en la maniobra de desatraque (qué vergüenza). Se ofreció a venir con nosotros, a lo que decliné.

En Amsterdam, recomendable el restaurante “De 3 vrienden” en la zona de Pijp, y coger los barquitos eléctricos hoponhopoff que te llevan por los canales y subes y bajas a capricho, y visitar museos, imprescindible ver los cuadros de Van Gogh, nada que ver los originales con las conocidísimas reproducciones, y alquilar barquitos eléctricos o pédalos, y recorrer las tiendas de todo tipo o sentarse a ver pasar la vida (y las bicis...).

No más chapa con Holanda. Y eso que hemos vuelto con 1.015 fotos.