jueves, 17 de septiembre de 2009

Bakalao al pil pil v2.0




En mi libro hablaba del bacalao. Omití un detalle importante: El desespinado. Algunos trozos de bacalao vienen plagaditos de espinas como estiletes. Además, al ser un pez teleósteo sus espinas están totalmente osificadas y no se digieren. Ojo al dato. Aunque me gusta el pescado, soy muy receloso de la pesca por el tema espinas, incluso una vez atendí (de estudiante) a un señor con un absceso hepático producido por una espina de bacalao que le había llegado al hígado después de perforar el estómago (puaj, creo que no vais a querer bacalao nunca más, no era mi intención). En resumen, que hay que quitarlas.

Cuando escribí sobre bacalao yo iba tan feliz y cogía trozos "sin espinas" y ya está (aunque es algo más caro). El viernes lo compré desalado en "La Busturiana" en la calle Hernani de Bilbao, de toda la vida. Y claro, a desespinar. Acabé cortando por lo sano las tajadotas. Y sacando espinas con una pinza. Pero me llamó la atención un método que desconocía (gracias, san google): Sacarlas con los dientes. Práctico, puede que sí, pero... Hay que tener estómago para hacerlo, a mí me da algo de asquito, y mucha confianza con los comensales o más estómago para comerlo. ¿Os he amargado el bacalao?

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