La idea era buena. Hacer una caldereta de langosta para Nochevieja. Que es un plato que cunde mucho. El problema vino en el suministro. Mi contacto marítimo (Pescaderías Cue, en Noja) me aconsejó cambiar a abacanto (o bogavante), el de las pinzas, ya que hasta marzo no hay langostas de aquí, sino que se traen de Cuba y se conoce que saben a menos y son más caras. Así que cambié la receta, y quedó de vicio, sin ser excesivamente cara (comen bien 6 personas):
Ingredientes: Dos bogavantes de 750 g, dos cebollas, 3 tomates, un cabracho de medio kilo, dos dientes de ajo, medio pimiento verde, 30 g de miga de pan, 50 mL de vino blanco (o de coñac), 25 mL de aceite, 2 L de agua. Sal.
Preparación: Se sofríe una cebolla picada con los ajos y el pimiento en el aceite. Se pone a cocer el cabracho en el agua con la otra cebolla y se meten los bogavantes, primero uno y luego el otro, que en pocos minutos palmen. En el sofrito se añaden los tomates. Se abren los bogavantes, añadiendo el líquido que sueltan al sofrito, se retira la cabeza, y se trocea el resto y se quitan o no las cáscaras (lo mismo se pueden añadir los trozos de bogavante limpitos, como si fuera una sopa de pescado, que se pueden poner con cáscara para comer con las manos). Se pasa el sofrito por el pasapuré y se le añade el caldo pescado colado. Si se desea, se puede cocer en el caldo de pescado también un puerro, una zanahoria, otro tomate. Llega el momento de añadirle a la caldereta los trozos del bogavante y si se desea, los restos del cabracho, cuidadosamente desespinado. Se deja cocer todo junto, evitando el exceso de cocción, que perjudicará al bogavante. Se sirve en plato hondo, y se puede poner en el fondo un puñado de pan duro para sopas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario